
por IGNACIO BENEDETTI
Nuestro tiempo es el de la euforia y la histeria. Con lo bueno y lo malo. Pero es la precocidad la mayor característica de esta época. Vivimos apurados, no “tenemos tiempo” y cuando alguna actividad nos obliga a volver a la paciencia, inmediatamente la rechazamos o cuando menos la miramos de reojo.
Estos son también los tiempos del fútbol. Existe una oferta extraordinaria de partidos en la televisión y en internet. Termina un juego en España e inmediatamente volteamos para observar uno en Inglaterra. Luego pegamos el salto para ver uno de fútbol venezolano y finalizar con alguno de Argentina. Cuando...