El proyecto del gobierno uruguayo de legalizar la producción y venta
de la marihuana, con la meta de hacer frente al narcotráfico, está desde
este jueves en manos del Parlamento, donde aún no está garantizado el
respaldo oficialista y ya se anticipa un duro debate.
El proyecto -que consta de un único artículo- fue enviado en la noche
del miércoles al Poder Legislativo, donde la semana próxima pasaría a
ser estudiado por la Comisión de drogas y adicciones.
Según el texto, “el Estado asumirá el control y la regulación de las
actividades de importación, producción y adquisición a cualquier título,
almacenamiento, comercialización y distribución de marihuana o sus
derivados”.
Para eso, el Estado “ejercerá toda otra actividad material que resulte necesaria, previa, concomitante y posterior”.
El proyecto no modifica la prohibición vigente del comercio de
marihuana entre particulares y sostiene que se desarrollará en “el marco
de una política de reducción de daños” que “alerte” a los ciudadanos
sobre los efectos nocivos del consumo de la droga.
Cómo la droga será producida y vendida, si se ofrecerá en cigarrillos
o a granel, si será el Estado el que plantará el cannabis o si habrá
una producción tercerizada, son los principales aspectos que generaron
fuertes debates luego que el plan fuera anunciado en junio y todavía
quedan sujetos a la reglamentación posterior por parte del Ejecutivo.
El gobierno uruguayo enmarca el plan en la postura de la Comisión
Global de Política de Drogas -integrada por los ex presidentes de Brasil
Fernando Henrique Cardozo, de Colombia César Gaviria y de México
Ernesto Zedillo, entre otros- que sostiene que la guerra frontal a las
drogas ha fracasado.
Asegura además que la propuesta no se opone a ninguna normativa
internacional y recuerda que las políticas antidrogas han implicado
gastar millones de dólares, han inundado las cárceles, desbordado los
sistemas judiciales, originado un negocio ilegal millonario, al tiempo
que no impidieron que el consumo se expandiera.
Según el gobierno, solo en Uruguay el narcotráfico moviliza entre 30 y 40 millones de dólares anuales.
Entre los objetivos del proyecto de ley está “la separación del
mercado de la marihuana del mercado de las otras drogas”,
toxicológicamente más riesgosas, y la “inclusión social plena” de su
uso.
- “Mucho trabajo por delante” -
Pese a que el gobernante Frente Amplio (FA, izquierda) tiene una
ajustada mayoría parlamentaria, algunos de sus legisladores se han
manifestado contrarios a la iniciativa, mientras que quienes la
respaldan ya anunciaron que seguramente el proyecto será modificado.
“Creo que este proyecto también tiene que incluir medidas para
trabajar por la reducción del consumo problemático de marihuana, lo que
no es incompatible con la regulación”, dijo a la AFP el diputado del FA
Julio Bango, integrante de la comisión de adicciones.
La propuesta también debería incluir las políticas aplicadas al
tabaco, como la prohibición de fumar en lugares públicos, añadió.
“Hay que estudiar a fondo (el proyecto del gobierno), aprovechar la
oportunidad para dar un debate a fondo en la sociedad uruguaya sin
prejuicios”, aseguró Bango, vaticinando que tras el debate parlamentario
el texto “va a tener más de un artículo”.
Aunque habrá “mucho trabajo por delante”, confió en que la Cámara de
Diputados pueda votar el proyecto antes de fin de año, tras lo cual
pasaría al Senado.
Bango espera además que los legisladores de la oposición que respaldaban el autocultivo de cannabis apoyen este proyecto.
Actualmente el consumo y la tenencia para uso personal de marihuana
no están penalizados en Uruguay, aunque sí la comercialización. Se
estima que unas 20.000 personas consumen habitualmente marihuana, en 3,2
millones de habitantes.
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