Pero el cuerpo inerte con el que confundieron a Araujo el domingo pasado era en realidad el de otro hombre que se parecía mucho a él ,
aunque se desconoce su identidad. “Todo el mundo tuvo mucho miedo. Las
mujeres se desmayaban, las personas corrían para todos lados”, comentó
María Menezes, que estuvo presente en el funeral, según dio cuenta G1 de
Globo.
Gilberto se enteró por un amigo que lo daban por muerto y pensaba que era una broma. Llamó a un pariente para avisar que estaba vivo, pero como nadie le contestó el teléfono, decidió ir al velorio. “Un amigo me dijo que había un féretro y que yo estaba dentro. Entonces le dije, “pero yo estoy vivo, ¡pellízcame!”, señaló
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