CARACAS.- Alrededor de las 5:00 de la tarde ya se podía decir con total propiedad: el Olímpico hoy no se llena. En la plaza de los estadios a esa hora había más revendedores que aficionados, literalmente, y los precios en reventa de los boletos estaban realmente muy por debajo de los que se encontraban en las taquillas del estadio, donde sí, a dos horas del partido todavía quedaban entradas y bastantes.
Grada, tribuna y hasta VIP ofrecían los revendedores, cuando esta última categoría ni existía en el menú de venta. Por Bs. 100 se podían conseguir entradas para la sur, las mismas que Solid Show ofreció en Bs. 350 y rebajó para la barra del Caracas a Bs. 170, y cabe destacar que esos boletos con descuento especificaban ser para "barra" y tenían un costo impreso de Bs. 1, así que el organizador no tendría que reportar nada en impuestos por esas entradas de "cortesía" que sí se cobraron para algunos.
Eso sí, hubo muchos que realmente tuvieron entradas de regalo. Muchos barristas recibieron la suya, a los clubes le entregaron un pocote, patrocinadores también y por cada miembro de la selección nacional hubo una decena de boletos de cortesía.
Con todo eso igual para el momento del pitazo inicial el Olímpico no estaba ni al 50 por ciento de su capacidad, muy a pesar que por primera vez en 5 años la Vinotinto se presentaba en la capital.
Al final los costos de Bs. 350 y 650 para la grada y hasta Bs. 2000 para la tribuna que impuso la empresa organizadora pasaron factura y quizás una cuarta parte de los pocos que entraron fueron porque su boleto ni le costo. Frías se quedaron las entradas en mano de los revendedores y también rodaron las pretensiones de los vendedores de camisetas, cintas y gorros, que lejos de hacer su agosto este 6 de septiembre tuvieron que devolverse con el grueso de la mercancía que dispusieron a las afueras del estadio.
La bulla que se escuchó al interior del estadio desde que salió a calentar la selección nacional la puso la barra del Caracas, que medianamente pleno la sur y desplegó desde el vamos el trapo "Caracas se respeta", aunque también cargaban consigo otro de protesta: "Tus 350 alejan a la hinchada...".
La bulla que se escuchó al interior del estadio desde que salió a calentar la selección nacional la puso la barra del Caracas, que medianamente pleno la sur y desplegó desde el vamos el trapo "Caracas se respeta", aunque también cargaban consigo otro de protesta: "Tus 350 alejan a la hinchada...".
Ahora podría pasar un buen tiempo antes que el Olímpico vuelva a ser sede de un partido de selección, más cuando el propio seleccionador nacional César Farías apuntaba en la noche del lunes que "después que el Ministerio del Deporte asomó el interés de construir un estadio para Caracas y hasta algunos planos salieron, no se puede dejar enfriar eso, para que algún día la capital tenga un estadio en que se jueguen partidos de eliminatoria, porque para esta no lo tiene".
Nota: http://www.liderendeportes.com/
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