De Buena Vista a Cuartel Viejo
EL NACIONAL - Domingo 10 de Junio de 2012 Caracas/4
Caracas
De Buena Vista a Cuartel Viejo
Andar por detrás del poder
Caminamos cuatro cuadras por arriba de Miraflores, una trama urbana
llena de altos contrastes, que no parecen haberse beneficiado mucho del
centralismo
JUANCHO PINTO
Detrás de este muro, lleno de estampas nacionales que ameritan un retoque, está el cuartel de la Guardia de Honor Presidencial
Esta casa de principios del siglo XX, entre las esquinas de Pineda y Cuartel Viejo, pide a gritos una restauración
La esquina Buena Vista es un lugar desdibujado, una encrucijada sin
ángulos donde coinciden la garita noroeste del cuartel de la Guardia de
Honor Presidencial, un atajo a la avenida Sucre y algunas casas, todavía
señoriales, de Altagracia y La Pastora. A pesar de que ya no tiene nada
de esquina, los vecinos aún conservan su nombre como punto de
referencia y, quizás, como una manera de mantener un hilo de tradición
en una calle un poco vapuleada por las transformaciones urbanas que le
impuso el poder desde los años cincuenta.
Situada en la parte posterior del Palacio Blanco, y separada de él por
muros y rejas, parece un olvidado callejón en su trastienda, pero es un
área con una impresionante textura urbana en el que confluyen varias
calles que bajan desde La Pastora y crean un interesante conjunto donde
se aprecian diferentes muestras de la arquitectura tradicional de la
ciudad. Ya que es ciega al tránsito automotor, un buen trecho de ella
(entre las esquinas de Buena Vista y Paraíso) bien pudiera ser
transformado en bulevar o zona peatonal, para quitarle ese sabor de
calle sin salida que tiene ahora, porque para los peatones es una buena
alternativa de enlace con la avenida Sucre. Sin embargo, las fachadas
pomposas de los edificios de poder miran todas hacia el sur, hacia las
grandes avenidas, y lo que ofrecen a la avenida Oeste 3 es desconexión y
un descolorido mural con motivos patrios y estampas de varias regiones
del país, incluida Caracas.
En esta calle, catalogada como "zona de seguridad" (lo que impone
condiciones y restricciones) se aprecian tres bruscos saltos de la trama
urbana en el trayecto. El primero, detrás del cuartel, es áspero y de
un movimiento estrictamente vecinal. Luego, detrás del palacio, crece el
movimiento de gente y al menos las rejas permiten asomarse con
discreción a los jardines. Por último, entre las esquinas Pineda a
Cuartel Viejo, donde no hay "detrás" y se confrontan las fachadas,
aumenta el flujo de gente, y la ciudad vuelve a tener un aire de
normalidad.
En esos bruscos saltos, en esa diferencia de escalas (grandes
edificaciones gubernamentales, altas torres residenciales y pequeños
solares), lo que da armonía y talante al lugar son esas casas solariegas
de principios del siglo XX, algunas con peculiaridades que no es fácil
encontrar en otros puntos de la ciudad. Es lamentable que la mayoría de
ellas estén deterioradas. Sorprende que ese valor patrimonial tan
cercano al poder no haya sido objeto de una inversión pública que
permita rescatar ese excelente contexto que tiene el palacio de gobierno
a sus espaldas.
Fuente : El Nacional
10 de junio de 2012
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