Un ladrón armado tuvo que comprar un chicle de un dólar porque los empleados de la tienda le explicaron que la única forma de abrir la caja era haciendo una compra.
Durante un minuto de extrema tensión un asaltante que empuñaba un revólver exigía que le abran la caja registradora. Pero los dos empleados de la tienda Family Dollar intentaban explicar que si el hombre no hacía una compra la caja no se abriría.
Así que el ladrón sacó un dólar de su bolsillo y compró un chicle. Este simple acto de intercambio comercial operó como el "ábrete Sésamo" y el hombre robó todo el dinero de la caja, incluyendo su propio dólar.
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