Ver para creer. Peter Abrahamsson, portero del Örgryte sueco protagonizó una de las expulsiones más rápidas y absurdas de la historia del fútbol. El guardameta, a los 45 segundos, cortó un despeje con los puños fuera del área y el colegiado le mostró la tarjeta roja. Nadie podía protestarle al arbitro la sanción puesta al portero, ya que la acción era muy clara.
El portero, tras darse cuenta de lo que había hecho, se retiró a los vestuarios desolado, mordiéndose los guantes y con cara de desolación.
El portero, tras darse cuenta de lo que había hecho, se retiró a los vestuarios desolado, mordiéndose los guantes y con cara de desolación.
0 comentarios:
Publicar un comentario