Diariamente nuestras manos tienen contacto con todo tipo de objetos;
en la casa, en la calle, en el trabajo, en cada una de nuestras
actividades cotidianas, la relación que tiene nuestra piel con la
suciedad y gérmenes contenidos en otras superficies es inevitable.
Muchas personas le dan poca importancia a este hecho, y mantienen
mínimos hábitos de limpieza y cuidado, por lo que se exponen a ser más
vulnerables de contraer alguna enfermedad o infección.
De acuerdo al sitio askmen.com,
unos científicos encontraron que las pistolas despachadoras de
combustible son el objeto más sucio y contaminado que puede ser tocado
en la vida cotidiana, y aunque en México no acostumbramos tocarlo,
gracias a que existen personas que se dedican a servir el combustible,
es algo que no podemos dejar de lado.
Basados en información de los sitios menshealth.es, odontoespacio.com y 20minutos.es,
De10.mx te presenta una lista de los 10 objetos más sucios que se usan
a diario, además te decimos algunos consejos para evitar las
consecuencias de tener contacto con ellos.
La cama. Aunque muchas personas saben de la
existencia de los ácaros, no todas toman los cuidados necesarios para
evitar convivir con ellos. Los ácaros son pequeños arácnidos que viven
entre las sábanas de una cama, alimentándose de la piel muerte que
diariamente perdemos y dejamos en la cama al dormir. Lo que causa más
daño de estos insectos no son ellos en sí, sino sus desechos fecales,
los cuales pueden provocar asma y distintos tipos de reacciones
alérgicas.
Irónicamente, una de las mejores formas de no dejar que estos bichos
subsistan en la cama, es no tenderla, pues necesitan de niveles altos
de humedad para reproducirse, y el ambiente árido y ventilado de una
cama sin tender, no es el más propicio para que logren ese cometido.
Así que si se desea eliminarlos por completo, basta con dejar circular
bien el aire por toda la casa.
Control remoto. Sin duda es uno de los objetos más
sucios que usamos diariamente, pues lo tocamos después de llegar de la
calle, mientras estamos comiendo palomitas y después de acariciar al
perro, sólo por mencionar algunos ejemplos; esto sin contar que no somos
los únicos que utilizan el control y que nuestras manos producen más
de 250 mil bacterias distintas.
Lo ideal para no ser afectados por la contaminación del control
remoto, es limpiarlo frecuentemente con algún paño húmedo y
desinfectante, no utilices ningún líquido directamente sobre el
aparato, ya que puede descomponerlo. Asegúrate que el limpiador que
uses no sea abrasivo.
Algunas personas prefieren cubrir los controles con fundas de
plástico que sean más fácil de lavar, pero lo que es infalible, es
lavarse bien las manos antes y después de usarlo.
Cajeros automáticos. Sólo hay que pensar en todas
las personas que tienen contacto con un cajero automático, el trato con
el dinero, las tarjetas, la tinta y cualquier contaminante que haya en
el ambiente, para percatarnos que al hacer cualquier operación
bancaria, en dichas máquinas, es una fuerte exposición a la
contaminación.
En este caso el control de la limpieza del cajero no está en tus
manos, por lo que el único consejo que te damos, es lavar tus manos
después de usarlo o desinfectarlas con algún gel antibacterial.
El teclado de la computadora. El teclado de una
computadora acumula por horas, días, meses e incluso años, gran cantidad
de suciedad, incluso en algunos casos restos de comida, por lo que lo
convierten en un nido de bacterias.
La solución es sencilla, no usar la computadora con las manos sucias y
mantener el hábito de limpiar el teclado y el ratón con frecuencia.
Dispensadores de condimentos. Cuando uno asiste a un
restaurante y hace uso de los condimentos y salsas que se sirven en la
mesa, tiene contacto directo con los gérmenes de otras personas, pues
aunque tú tengas el hábito de lavarte las manos antes de usarlos, no se
sabe si la persona que lo usó antes lo tenga. Esto sin mencionar que
son raros los restaurantes que acostumbran lavar con frecuencia sus
dispensadores.
Lo que se puede hacer en este caso, es lavarse las manos después de
servirse o limpiar la botella antes de agarrarla. De poco sirve usar una
servilleta para sostenerla, pues debido a que son de un material
poroso, los microorganismos pueden pasar a través de ellas.
El menú de restaurante. Probablemente nunca has
visto que en un restaurante laven la carta del menú, quizá cuando
mucho, has observado que le pasen ligeramente un trapo para quitar
alguna mancha de comida de los comensales anteriores.
Los virus de la gripe pueden vivir hasta por 18 horas en superficies
duras, por lo que el menú de un restaurante, puede ser un criadero de
gérmenes que pasan directamente a tus manos antes de que empieces a
comer.
Por ello lo recomendable es lavarse las manos después de haber
ordenado y, en dado caso, evitar que la carta tenga contacto con los
platos y cubiertos.
Teléfono móvil. Según el sitio laflecha.net,
un estudio aplicado a teléfonos celulares apuntó que, incluso una
suela de zapato posee menos bacterias, por lo que si dicho dispositivo
no se mantiene limpio, puede convertirse en fuente de enfermedades, aún
más que un escusado.
El hecho de tenerlo guardado en bolsos y de que tenga contacto con
las manos, cara y oídos, lo hace uno de los objetos más contaminados,
pues todas estas zonas son muy propensas a tener bacterias.
Carrito de supermercado. Un estudio dio a conocer la
suciedad a la que las personas, que realizan sus compras en un
supermercado, están expuestas, pues casi dos tercios de las asas de
carritos de compras sometidos a una prueba, resultaron estar
contaminadas con bacterias fecales, incluso mayores a la media
existentes en los baños públicos.
Las recomendaciones son limpiar el área del carrito que vaya a tener
contacto con las manos antes de agarrarlo, y en caso de tener hijos,
hacer lo mismo con el asiento y cualquier otra zona que el niño pueda
establecer contacto.
Otro consejo importante, es rechazar las muestras de comida que se
dan normalmente en este tipo de tiendas para promocionar algún
alimento, pues ésta es la forma más común de que pasen los gérmenes de
la mano a la boca.
La regadera. Aunque es un lugar en constante
contacto con agua y jabón, la humedad y la temperatura de un baño
favorecen a la proliferación de bacterias, sobre todo en las zonas que
estén hechas de algún plástico, como puede ser la cortina de la
regadera.
Una forma de evitar la convivencia con los gérmenes, es cambiar la
cortina de vinil por una de tela, ya que ésta puede ser lavada con mayor
facilidad. Bastaría con lavarla una vez al mes, pues éste tipo de
bacterias no son muy resistentes, pero si el sistema inmune de algún
miembro de la casa se encuentra debilitado, se recomienda lavarla con
mayor frecuencia.
Rodaja de limón. Es común que al solicitar alguna
bebida en un bar o restaurante, ésta se adorne con alguna fruta o rodaja
de limón para hacerla más atractiva, pero lo que podría ser un buen
detalle en el arte culinario, es en realidad un foco de infección.
Pruebas hechas a rodajas de limón que se colocan en los vasos de
restaurantes, arrojaron que cerca del 70 por ciento de ellas contenían
bacterias patógenas. Según los resultados, los limones contenían hasta
25 microorganismos, entre los cuales se encontró el E. Coli y otras bacterias fecales.
Así que si quieres evitar tener contacto con este tipo de bacterias,
recuerda decir al mesero que prefieres que tu bebida no esté decorada
con dicho cítrico.