Friends

_____________________________________ Image and video hosting by TinyPic_____________________________ Image and video hosting by TinyPic______________________ Image and video hosting by TinyPic_______________________ Image and video hosting by TinyPic____________________________ Image and video hosting by TinyPic___________________ Image and video hosting by TinyPic_____________________ Image and video hosting by TinyPic__________________________ Image and video hosting by TinyPic___________________________ Image and video hosting by TinyPic____________ Image and video hosting by TinyPic___________________________ Image and video hosting by TinyPic__________________ _____________________________________

Caracas, Ciudad De Despedidas: O cómo se ve Caracas desde la burbuja del vacío y la intolerancia. [Pt. 1]


Ivanna Chávez, Javier Pita y compañía pensaron que hacer un documental sobre la emigración de los jóvenes en Caracas sería una buena idea, lo cual sí lo es, pero al entrevistar sólo a su séquito de fetos subnormales, que muy acertadamente definieron su entorno socio geográfico con su jerga e idiosincrasia, cagaron su experimento desde que sus cabezas huecas la plantearon.

El pasado viernes tardé casi una hora en ver los 17 minutos que duraba ese video en cuestión. No es por nada, pero todos los personajes entrevistados a excepción de una me produjeron una repulsión tan fuerte como incomprensible. Desde el mariquito de #meiriademasiado, pasando por el tal Johan y su célebre “Yo ni siquiera soy caraqueño, yo soy un bicho del este del este. ’Sea”, la sociópata que tiene un estante lleno de pintadedos chorreados, y ni hablemos del ganador del Oscar, el carajo con corte totuma y cara de mongólico (que pena con los mongólicos) que nada más se sentó, y ya me imaginaba pateándole la cara. Ya digerida la bronca inicial que me produjo mi intolerancia y clasismo innato - que todos tenemos, pero negamos – hacia estos espermatozoides y óvulos malgastados (o mal gestados) no pude parar de reírme de ellos con mis panas, como cuando nos tripeábamos Laura en América a eso de las 11 de la noche con las respectivas birras y comiendo Doritos, hasta quedar largo a largo en el piso y con las costillas adoloridas de tanto reír. Esto también es entretenimiento, sólo que los personajes son más bonitos y menos rancios.

Por excelencia soy apático y abogo por la indiferencia, pero me vi en la necesidad de descargar mi rabia y odio - como caraqueño que se respeta - ante el que montó el video (javie88) y terminé otro buen rato leyendo todos los insultos y recaditos que ya les estaban dejando mis conciudadanos vía web. Me sentí en La Matrix viendo por la pantalla una turba cayapeando a un parapléjico. Cuando tenía que empezar a actualizar cada minuto para mantenerme al día con los cariñosos insultos, empecé a sospechar de que estos carajos se han metido en tremendo lío, y suponer de su desgracia y humillación me dió tal gusto que ví innecesario escribir mi respectivo improperio; en cambio seguí leyendo a los recios cyber-trollers, que al saberse protegidos por la máscara del anonimato y de la superioridad numérica, les dijeron de todo y sin pelos en la lengua, a tal punto de que el cabeza de Pita terminó colocando su video de carácter privado, y luego eliminando de Youtube. A buena hora la vinieron a cagar esos hipsters wannabe, porque no soy el único que se aburrió de Alicia Machado.

El tema que tocaron en sí es delicado, porque es causa y consecuencia de muchas variantes que debieron discutir, pero como que no tenían o tienen la mas puta idea. No necesito ser antropólogo para saber que la migración es un fenómeno cultural constante cuyos destinos cambian según el lugar donde se origina el peo. Hoy muchos jóvenes europeos y gringos están pirando para Brasil, y en Venezuela gracias al coctel social, ya no es ese oasis al que llegaron esos inmigrantes europeos, arribando en oleadas a La Guaira por culpa de la Guerra Civil Española o la Segunda Guerra Mundial, donde la gente los recibió con brazos abiertos y sonrisa de oreja a oreja, el país donde se podía hacer “un señor mercado” con 500 Bolívares. Con patriotismo, boínas y camisas Vinotinto no se hace patria.

No debo generalizar, y no se debo juzgar a la ligera. Sé que esos burgueses no representan a todos los que viven en el este del este, el hecho de emigrar no te hace un “burgués de mierda” por excelencia, es válido emigrar a cualquier sitio donde uno se sienta seguro para poder conseguir todo aquello que sabes que no conseguirás en casa; que el que se quiere ir, tiene que estar consciente de que seguro pasará roncha para poder labrarse el éxito y no regresar con el rabo entre las patas. El que emigra no es cobarde, y el que se queda no es del todo arrecho; cada quien puede elegir el rumbo que le dé la gana, y creo que aún es legal hacerlo en Venezuela, aunque con Cadivi parece todo lo contrario. 

@Alejo_Lopex

1 comentarios:

que estupido comentario alejo, solo muestra tu intolerancia y tu burbuja.

Publicar un comentario

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More