El tribunal citó a las demandadas (Créditos: Iván González)
Cerca de 1.500 venezolanas han sumado ya su respaldo a una demanda
presentada en la primera semana de enero por un grupo de casi 500
mujeres contra los comercializadores de los implantes franceses PIP
(Poly Implants Prothéses) en Venezuela, a quienes exigen compensaciones
económicas.
El abogado de las afectadas, Gilberto Andrea, indicó a Efe que en los
últimos diez días se multiplicaron las adhesiones al recurso de amparo
constitucional presentado ante los tribunales el pasado día 6, que,
detalló, fue admitido hoy por un juzgado de primera instancia de
Caracas.
“El grupo ha crecido enormemente. Las últimas que fueron al tribunal y
firmaron en físico fueron 495, pero ahora voy a llevar un CD con (un
total de) 2.000 (firmas de) afectadas”, dijo el abogado tras explicar
que el éxito se debe a que las afectadas “empezaron a darse cuenta de
que la demanda está bien fundamentada”.
El recurso de amparo, admitido por el tribunal de primera instancia
número 9 de Caracas, exige a varias comercializadoras venezolanas de las
prótesis el pago de las operaciones de extracción y reconstrucción de
las mamoplastias por los “daños en la salud y la vida” de las afectadas,
explicó Andrea.
El Gobierno venezolano anunció recientemente que retirará de forma
gratuita las prótesis PIP, aunque no se hará cargo de su reemplazo, a
las mujeres que así lo deseen de entre las 33.000 que se calcula que
portan este implante en el país, según precisó a finales de diciembre la
ministra de Salud, Eugenia Sader.
“Hemos tenido un triunfo legal porque hemos logrado sentar en el
banquillo de los acusados a las comercializadoras de PIP. Esto lo
consideramos un éxito ya que les vamos a aplicar la pena del banquillo”,
subrayó el letrado, “bastante optimista” con los resultados de este
proceso aun sin fecha de audiencia.
Las vendedoras venezolanas de los implantes citadas por el tribunal
son Galaxia Medica, Locatel y Farmacias Locatel, Multindustrias Médicas
Meltimed, Locatel Servicios y Locatel Franquicia.
Con este recurso, las venezolanas se sumaron a otras mujeres del
mundo que han exigido compensación económica tras conocerse que los
implantes PIP son susceptibles a rupturas.
Tras detectar problemas en los implantes, el Gobierno francés
recomendó el pasado 23 de diciembre la retirada de estos implantes de
forma preventiva ya que algunas contienen silicona industrial de uso no
médico que incrementa el riesgo de que su funda sufra una rotura.
Además, las autoridades sanitarias galas anunciaron hace unos días que 20 mujeres con implantes PIP han anunciado tener cáncer.
De acuerdo a cifras de la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica, en
Venezuela se realizan anualmente alrededor de 40.000 operaciones de
aumento de senos.
En total, se estima que entre 400.000 y 500.000 mujeres llevan esos implantes en todo el mundo.
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