La aplicación de mensajería instantánea para smartphones WhatsApp ha
revolucionado en muy poco tiempo la forma en que nos comunicamos a
través del teléfono móvil. El secreto de su éxito radica en que permite
enviar mensajes de texto, fotografías y vídeos sin tener que pagar por
ellos, al contrario de lo que ocurre con los tradicionales mensajes de
texto, a los que ha relegado a un simple recuerdo del pasado.
Sin embargo, su reciente retirada de la App Store de Apple durante
cuatro días -ya vuelve a estar disponible- y una serie de mensajes en
cadena que alertaban de que su uso pronto dejaría de ser gratuito han
provocado ciertas dudas sobre la seguridad de la popular aplicación de
mensajería instantánea.
Ante esta situación, Eduardo Arcos nos ofrece en el blog “Cooking
Ideas”cuatro sencillos puntos a tener en cuenta para evitar llevarnos
algún disgusto al usar esta aplicación. La finalidad de estos consejos
no es convencer a nadie para que deje de usar este tipo de mensajería,
sino tratar de que se utilice aplicando el sentido común. A
continuación, detallamos las cosas para las que, a juicio de Arcos,
nunca deberíamos emplear WhatsApp:
1.- Enviar o compartir contraseñas: Una de las principales críticas
que recibe esta aplicación es que se desconoce dónde se guardan los
mensajes enviados, si la compañía conserva una copia tras su entrega y
el nivel de seguridad que se les aplica. Por ello, aunque en teoría la
conexión 3G del móvil no puede ser interceptada, es mejor no compartir
información sensible a través de este sistema. Además, todo el historial
de mensajes enviados por WhatsAPpp, incluyendo los eliminados, se
almacena en el dispositivo, lo que permite que pueda ser recuperado en
cualquier momento.
2.- Compartir imágenes comprometidas: Al igual que el punto anterior,
se trata de usar el sentido común. Al no saber si lo que enviamos se
almacena en los servidores de la compañía ni quién puede acceder a
ellos, lo mejor es no enviar imágenes de documentos importantes o esas
fotos de la fiesta salvaje del fin de semana. Nunca sabes si alguien
podrá usarlas en tu contra y todos recordamos la mala pasada que le jugó
el iPhone a Scarlett Johanson.
3.- Emplearlo como sistema de comunicación corporativa: Muchas
personas consideran que WhatsApp es un sustituto completo para sistemas
como BlackBerry Messenger. Esta afirmación es cierta a nivel social,
pero no en el corporativo. RIM, fabricante de BlackBerry, aplica un
estándar de seguridad que garantiza que los mensajes corportativos solo
serán accesibles para emisor, receptores y la empresa, mientras que
WhatsApp no ofrece ninguna de esas seguridades.
4.-Convertirlo en un sustituto del correo electrónico: Poco a poco,
este tipo de sistemas han ido remplazando al tradicional email. Sin
embargo, este uso tiene más inconvenientes que ventajas: el historial no
se guarda de la misma forma, carece de las herramientas de búsqueda que
poseen los gestores de correo y es accesible desde otros dispositivos.
Además, el identificador es un número de teléfono, en lugar de una
dirección universal y es mucho más fácil acceder sin permiso a su
contenido.
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