Por: Nydia Colin
Sentir un cosquilleo en el estómago,
sudar más de la cuenta o tener conflicto al intentar ordenar las
palabras para comunicarnos con esa persona, son algunas acciones típicas
que se ponen en juego cuando se vive el proceso de atracción sexual.
Pero ¿qué es? Según el artículo
“atracción sexual: cuestión de química” se trata de Un suceso, casi
inmediato, de base biológica e inconsciente que se produce por un
intercambio de señales sensoriales –visuales y olfativas (químicas)
principalmente- entre dos individuos”. Mila Cahue, psicóloga clínica, en
una entrevista para el diario español El País, asegura que la
predisposición genética, el entorno familiar y social así como el
cultural, son factores que determinan la atracción o repelación hacia
las personas.
Es también el aspecto físico, quien tiene
un papel importante en este proceso, pero es la química la que da las
explicaciones científicas a tal hecho, de ahí la expresión “hacer
química” para referirse a la afinidad entre una pareja.
Se trata de sustancias y hormonas quienes se encargan de poner en marcha la atracción sexual.
Francisco Álvarez, Químico Fármaco
Biólogo (QFB) y encargado del área de análisis en el Centro Médico de
Occidente de la ciudad de Guadalajara, explica que las feromonas, son
las principales hormonas responsables durante la atracción sexual, pues a
través de ellas, que los seres humanos son capaces de detectar el olor
corporal, y responder ante tal estímulo.
Álvarez, añade que los efectos de estas hormonas, suelen afectar más
a los hombres, específicamente durante la etapa de ovulación de las
mujeres, puesto que el olor de tal periodo, resulta más atrayente.
Por otro lado, indica el QFB, es la
oxitocina la hormona responsable de crear los vínculos afectivos, por
ello, quienes tengan una cantidad mayor de esta, les será más sencillo
tener una relación duradera.
Como se advertía en las primeras líneas,
la atracción sexual es cuestión también de conductas e ideologías.
Ricardo Montero, psicoanalista, explica que en el momento que ocurre la
atracción entre dos personas, están en juego las experiencias
sentimentales vividas por cada una de las partes, es decir, el nivel de
autoestima y afectivismo con el que se encuentran.
Así mismo tiene que ver las
distinciones entre las conductas de cada género, “el hombre es visual
por naturaleza, busca en la mujer belleza y a veces sumisión, esto
adherido a patrones antiguos que solían indicar que la masculinidad se
mide en relación al número de mujeres que tenga” comenta Montero,
mientras que las mujeres suelen “ser más selectivas, eligiendo pocas
parejas y de mayor calidad, buscando un hombre fuerte, más no
dominante”.
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