Parece imposible. Un saque de puerta largo del guardameta, que vuela más allá de la línea del medio campo. Lo intercepta con la cabeza el local Ryujiro Ueda, pero imprime tal fuerza al testarazo que el balón gana metros. Cae en parábola y bota en el momento justo para que el efecto-sombrero supere a un epatado portero, que ve como el esférico toca la red.
Desde hoy, el futbolista japonés ostenta un récord mundial: el gol de cabeza más largo (58 metros) de toda la historia del balompié. Que, por si fuera poco, dio en el minuto 58 la victoria a su equipo, el Fagiano Okayama, que se impuso por 1-0 al Yokohama FC en la Liga Japonesa.
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