Para
la gente que odia las dietas anodinas de adelgazamiento, para quienes
se han apuntado mil veces al gimnasio sin éxito, para aquellos que no
tienen tiempo para practicar deporte y para los que detestan las
piruetas, ¿qué mejor que adelgazar haciendo el amor, degustando una
comida afrodisíaca y aprendiendo sugerencias y recetas para mejorar en
ambas actividades?
Una
sesión de sexo de veinte minutos supone una pérdida de doscientas
cincuenta calorías de promedio, asegura Pierre Durand, especialista
francés, doctorado por la Universidad de París, que arrasa con su libroAdelgaza haciendo el amor
en Francia, pero que residió durante tres años en la ciudad española de
Zaragoza y se insufló del espíritu lúdico del mundo hispano.
Este
libro se inicia con la descripción de cada postura erótica y su nivel
de dificultad para, a continuación, proponer un menú completo para las
cuatro comidas del día con platos saludables de alto nivel nutricional y
bajos en calorías para compartir con la pareja.
Este
experto garantiza la pérdida de seis kilos en diez semanas de una
manera placentera, en cincuenta posturas altamente eróticas que van
acompañadas con el número de calorías perdidas y los músculos
ejercitados, junto con recetas sanas y afrodisíacas para completar los
ejercicios.
“Si
desarrollas todas las sesiones, te llevará algo más de tres meses
perder entre tres y seis kilos, dependiendo de cada metabolismo, pero si
necesitas o quieres perder el doble, simplemente repite las sesiones,
lo que te llevará unos seis meses y medio aproximadamente”, nos explica
el autor de este peculiar volumen.
Sugerencias intercambiables
Durand
comenta que es posible reemplazar las posturas con las recetas
propuestas según la creatividad de cada lector porque, realmente, el fin
de su trabajo es que la gente disfrute “de esta revolucionaria manera
de mantenerse siempre en forma en todos los aspectos, con cuerpos más
bellos y saciados”.
Como
los consejos del autor son intercambiables como si de un puzzle se
tratase, este experto aconseja que si se llega antes a la meta se puede
continuar sin ningún pudor, “porque nadie se cansa de comer platos
jugosos y, desde luego, de hacer el amor; y el ritmo de cada pareja es
el que marcará el tiempo oportuno”, matiza.
Las
ventajas de esta “dieta amorosa” parte de la base de que “el acto
sexual es uno de los ejercicios más completos, ya que se queman energías
y grasas, se tonifican todos y cada uno de los músculos del cuerpo”,
aunque el autor advierte que, al igual que en el gimnasio, se ha de
evaluar el grado de agilidad, flexibilidad y peso de cada persona para
realizar el esfuerzo necesario sin sentir dolor o cansarse demasiado.
Alimentos necesarios para adelgazar
Para
adelgazar, el organismo necesita tomar todo tipo de nutrientes, aunque
coma menos de los alimentos con más calorías y nunca tiene que olvidar
las proteínas existentes en las carnes, huevos, pescados y lácteos,
porque regeneran nuestras células y nuestros tejidos, según indica el
experto.
Los
hidratos de carbono como las legumbres, las pastas, el arroz o las
frutas, son imprescindibles para que el cerebro y los músculos del
cuerpo estén bien alimentados y su contenido en fibra hace que nuestras
digestiones sean más satisfactorias.
Las
grasas, con alto contenido en vitamina A, resultan importantes para
transportar la corriente sanguínea y el sodio y potasio son minerales
indispensables para regular la tensión, del mismo modo que las vitaminas
y minerales son los responsables de un cabello brillante y de una piel
sana.
Así,
las diferentes dietas adelgazantes propuestas por Pierre Durand se
basan en estos principios, junto con una importante ingesta de agua y
algo muy, muy especial: platos deliciosos al paladar, estimulantes y
afrodisíacos.
Sexo para cuidar la línea
Según
el médico francés, “está demostrado que una sesión de sexo conlleva el
desgaste de unas 560 calorías, igual que pedalear en bicicleta durante
media hora, pero mucho más placentero, ya que disipa el dolor de cabeza,
relaja la tensión, previene la formación de placa dental porque los
besos neutralizan el ácido de la boca y nos inmuniza contra la
tristeza”.
Para
el especialista, esa sensación de alegría después del acto amoroso se
debe a la secreción de endorfinas, las llamadas hormonas de la
felicidad, que aumentan nuestro bienestar y el hecho de sentirnos
deseados/as aumenta nuestra autoestima.
También
indica que, en las mujeres, la práctica amorosa estimula la secreción
de estrógenos, unas hormonas que mantienen el cabello brillante y la
piel tersa, y reduce la aparición de manchas dermatológicas.
“Por
último, hacer el amor en una jornada en la que hemos gozado de buenas
comidas estimulados por el deseo y la pasión, además de ayudarnos a
cuidar nuestro aspecto, es un colofón fantástico; algo que se parece
muchísimo lo que llamamos felcidad”, concluye el experto francés.
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