En
casi todo el mundo derramar sal es un hecho de mala suerte. En Europa,
desde hace muchos siglos atrás, derramar sal se relaciona con un mal
presagio, con la aparición del mismo diablo en persona, y para
contrarrestar esta mala suerte, existe la tradición de esparcir sal por
detrás del hombro izquierdo.
Pero, ¿cuál es el origen de esta superstición?
Su origen data del año
3.500 a.C. Ya entonces se creía que la sal era incorruptible, razón por
la cual se convirtió en símbolo de amistad. De ahí la creencia de que si
se tira, la amistad se romperá.
La sal siempre ha tenido un
gran poder simbólico: procede de la madre tierra; el mar, las lágrimas y
la saliva son saladas, además esta conserva, condimenta y embellece los
alimentos.
Durante el tiempo de los
Romanos, la sal era un bien que escaseaba mucho, por ello muy apreciada,
y comercializada a través del trueque, así, el hecho que se derramara
sal accidentalmente, era un acto muy desafortunado, de allí que se quedo
con esa impresión a través de los tiempos.
El escritor francés Charles
Nodier, sostiene que, en las culturas salvajes, el acto de derramar
sal, es un rechazo a la protección y hospitalidad que nos brindan, y
esto nos hace pensar que son extraños o asesinos.
La sal también es asociada
con la religiosidad y la iglesia en sí, los motivos son distintos y
variados. La sal es utilizada en preparación del agua bendita, se le
asocia a Jesús con la “Sal de la tierra”.
A ciencia cierta no se
puede determinar cuando y dónde nace esta popular superstición, lo que
sí podemos afirmar es que si la derramas, no está de más que agarres y
lances una pizca por tu hombro izquierdo… por si acaso.
1 comentarios:
siento mi torpeza con la sal al derramarla pueda darme mala suerte
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